RESEÑA: St. Trinian’s (2007), una rebeldía cómica inglesa

Abandona toda lógica, buen comportamiento y deshazte de las reglas que te impone para ser parte de la sociedad. Comenzamos el mes dedicado a las mujeres fuertes, decididas y que no tienen miedo a tomar al mundo por sorpresa. Y pensando en películas que abordaran personajes femeninos independientes, me pareció genial hablar de St. Trinian’s y sus peculiares residentes.

¿De qué trata?

El famoso internado para señoritas St. Trinian’s alberga a las estudiantes más problemáticas y rebeldes de todo el Reino Unido. Su excéntrica y también problemática directora, Camilla Fritton (Rupert Everett) lleva la escuela de tal manera que las chicas tienen un espacio ideal para potenciar sus característicos talentos, sin quitarles su esencia con absurdas reglas o límites.

Un día, Camilla recibe la inesperada visita de su desvergonzado hermano Carnaby Fritton (también Rupert Everett) que desea que su tímida, pero snob, hija Annabelle (Talulah Riley) estudie en St. Trinian’s. Aunque la joven no está nada entusiasmada con la idea, su tía le da la bienvenida a su colegio y decide no darle trato preferencial por sobre las demás alumnas.

Después de recibir una rápida guía de la prefecta y líder de las chicas Kelly Jones (Gemma Arterton), sabemos que el internado se divide en pequeños grupos entre los que destacan las niñas pequeñas de primer año, las chicas emo, las chicas rudas, las nerds y las coquetas refinadas. Cada una con su líder, sus actividades y negocios clandestinos.

Aunque tiene un tropiezo en su relación con sus demás compañeras, la pobre Annabelle se trata de adaptar a este ambiente hostil y sigue insistiendo a su padre que la saque lo más pronto posible de ahí. Todo parece ir bien, hasta que todas las alumnas se enteran que su paraíso de anarquía corre peligro por una fuerte crisis económica que podría clausurar la escuela para siempre.

Esto podría alegrar a cualquier estudiante, pero para las chicas de St. Trinian’s significaría ir a escuelas normales que las sofocaría y les quitaría su tan amada libertad. Juntas unen sus talentos para llevar un descabellado plan que las ayude a reunir suficiente dinero para salvar el internado, al mismo tiempo que combaten al nuevo y estricto Ministro de Educación, Geoffrey Thwaites (Colin Firth), quien desea usarlas de ejemplo para reestructurar a todos los demás colegios.

El mundo en definitiva no está preparado para resistir las tácticas, el espíritu, la astucia y la determinación de las chicas de St. Trinian’s. Ahora sólo queda tratar de encontrar el mejor escondite y dejar que ellas tomen el control de las cosas. Después de todo, ¿quién sería lo suficientemente valiente o tonto para intentar detenerlas de cumplir sus objetivos?

Defensoras de la anarquía

Basada en las caricaturas llenas de humor negro del inglés Ronald Searle (que forman parte de la cultura británica general), este filme independiente dirigido por Oliver Parker y Barnaby Thompson le da una nueva vida a la franquicia de St. Trinian’s y le otorga por primera vez un enfoque protagónico a sus estudiantes. Me niego a usar el título en español («Supercañeras»…»Niñas bien», really?), así que sigamos.

En esta ocasión, nos vamos metiendo a este internado como extraños que no logran comprender las reglas en un lugar donde los explosivos, las armas, el alcohol, las drogas, los fraudes y los negocios ilegales son algo común y corriente. Tanto la pobre Annabelle como la nueva maestra de inglés (Lena Headley) aprenden rápidamente que tanto los profesores como las alumnas no se parecen en nada a los de sus viejas escuelas y pronto deben adaptarse o salir corriendo.

Dibujo de Ronald Searle

Algo que hace a St. Trinian’s diferente a otros filmes, es quizás la dualidad que presenta en pantalla Rupert Everett. Siguiendo la tradición que estableció el actor Alastair Sim en la primera película “The Belles of St. Trinian’s” de 1954 de hacer un papel en drag, Everett interpreta a los hermanos Camille y Carnaby. Personajes que llevan a cabo actividades ilícitas, pero tienen intereses, valores y un peso en la trama distintos.

Obviamente el guion (a cargo de Piers Ashworth y Nick Moorcroft) es muy descabellado y raya en lo absurdo en muchas ocasiones, pero eso es el secreto detrás del éxito taquillero de la película. Tenemos momentos de comedia, acción, romance (algo extraño), un elenco espectacular y buena música (gracias Charlie Mole) que te mantienen entretenid@ y deseos@ de ver más.

Siendo sincera, a mí me encantaría estudiar en ése internado por la cantidad de destrezas que podría aprender tanto de las chicas como de los profesores (aunque sin el temple sería una tortura). En cierto modo, muestran en la película de manera refrescante lo que es un espacio donde las alumnas son libres para aprender a usar herramientas realmente útiles y pulir sus habilidades para alcanzar sus objetivos.

Creo que, si eso hiciéramos en las escuelas en lugar de tratar de meter a los niños en moldes estrictos y que memoricen información, no habría tantos adultos infelices que no desean estudiar un día más en su vida. El conocimiento a la fuerza nunca ha sido una solución brillante ni atractiva para tener una población que ame el aprendizaje. Si hiciéramos eso seríamos imparables, seríamos…St. Trinian’s.

Daphne 707

Deja un comentario

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑