RESEÑA: Donde termina el arcoíris (2014), sobre encuentros y desencuentros en la vida

¿Qué harías si descubrieras que tu alma gemela no solo la conoces desde siempre, sino que además el universo entero se empeña en no dejarlos ser felices juntos? Para despedir el mes de febrero, me pareció apropiado hablar de esta obra romántica moderna que trata sobre el amor mundano de dos personas que enfrentan varias adversidades, relaciones y aprendizajes. ¡Comencemos!

Tan sólo Rosie y Alex

En 2004, la escritora irlandesa Cecelia Ahern publicó su segunda novela titulada “Donde termina el arcoíris” (aunque también es conocida en inglés como “Love, Rosie”). Un libro que trata sobre la vida de dos chicos normales, Rosie Dunne y Alex Stuart, que han sido mejores amigos desde niños hasta que los padres de Alex se mudan de Dublin a Boston por cuestiones de trabajo.

Es a partir de este momento que la relación de ambos tiene una natural transformación que se da al principio por la distancia y luego por diferentes circunstancias como la pubertad, las diferentes personas que conocen, sus respectivas familias y las emociones que exploran juntos y separados. Conforme van madurando empiezan a conocer del significado de la amistad y del amor.

A pesar de que tienen una compatibilidad increíble y que todos a su alrededor saben que están destinados el uno para el otro, tanto Rosie como Alex les cuesta darse cuenta de sus propios sentimientos como un par de adorables ciegos (que quieres zarandear para que por fin les caiga el veinte). Van por la vida chocando, aprendiendo y dejando pasar oportunidades únicas como cualquiera de nosotros.

Los sueños ambiciosos y la vida glamorosa que se imaginan los dos protagonistas no se cumplen precisamente como lo habían planeado desde el principio, pero son esos sucesos inesperados los que van enriqueciendo un destino diferente, maravilloso y algo caótico en ocasiones. Al cabo de los años se dan cuenta de que no es tan malo salirse del camino, siempre que eso les haga felices.

Ahora la cuestión es si esa amistad larga y duradera es sólo eso o realmente existe un amor incondicional que tanto han añorado tener (pero que no han alcanzado con otras parejas). Rosie y Alex deberán dejar atrás los miedos de posiblemente arruinar ese cariño inocente y aventurarse en lo desconocido si es que quieren darse la oportunidad de descubrir que existe más allá del arcoíris.

Saquen los pañuelos

Había tenido la oportunidad de leer a Cecelia Ahern con otro libro llamado “Posdata, te amo” (y no me avergüenza confesar que lloré muchísimo al leerlo). Así que cuando vi esta novela quise darle una oportunidad para llevarme por el camino de las lágrimas, el amor y la amistad (temas universalmente recurrentes en el género romántico); además de saber qué de nuevo tenía por ofrecer.

Sobra decir que no me decepcionó del todo “Donde termina el arcoíris”, es más, me pasé un rato agradable viendo los triunfos y malos entendidos entre los protagonistas durante toda la historia. Fue algo refrescante leer acerca de personas normales con virtudes y defectos que enfrentan consecuencias de sus acciones y no ser personajes acartonados y odiosamente “perfectos” (¿eh, Crepúsculo?).

Pero a pesar de que la autora tiene una manera brillante de llevar al lector por la intimidad creciente entre Alex y Rosie por medio de notas, recortes, mensajes y correos electrónicos divertidos; no pude evitar sentir algo de hastío por lo largo que extendió esta serie de desencuentros entre ambos. Me hubiese gustado que dejara de jugar con mis pobres emociones como montaña rusa.

Algo que siento contribuye al éxito de la novela es que Cecelia relata experiencias tan cotidianas entre todos sus personajes que es imposible no hacer la trama relacionable con sus lectores. Me encanta que los secretos, confesiones y sueños que se relatan Rosie, Ruby, Alex, Phil o Stephanie son parte de lo que vivimos la mayoría al crecer y madurar.

Ahora que si fuiste de quienes vieron la película antes que el libro (como yo), te darás cuenta de que tiene unas marcadas diferencias en la historia como en el caso del “Diablo viste a la moda”. Esto no significa que sea algo malo, sólo que no esperes ver que pasan algunas escenas exactamente como en la novela. Eso hasta hace más interesante leer cada capítulo de “Donde termina el arcoíris”.

Los imprevistos del amor

Propuesta en México con el título “Tal vez es para siempre”, la película alemana-británica de “Love, Rosie” fue presentada en taquilla en 2014 bajo la dirección de Christian Ditter y el guion de Juliette Towhidi. Es un poco redundante decir que se basaron en la novela, puesto que tiene algunos cambios significativos tanto en la trama como en algunos personajes que aparecen en el filme.

La película cuenta la vida de dos amigos, Rosie (Lily Collins) y Alex (Sam Claflin) que desde pequeños han llevado una hermosa amistad, casi inquebrantable. Siempre confiando en el otro para contarse sus secretos, preocupaciones y felicidades, ambos creían que nada ni nadie los separaría. Con lo que no contaban era que la vida les tenía destinada una serie de sorpresas (no los quería, de verdad).

Al crecer, tanto Rosie como Alex viven una serie de acontecimientos que los distancia emocional y físicamente. Algo normal considerando que, aparte de su amistad, ahora deben considerar el futuro de sus carreras, su familia, sus relaciones personales y sus ambiciosas metas. Además, de que su pequeño círculo social va creciendo y cambiando conforme conocen otras personas y lugares.

Con el paso del tiempo, la vida tan sencilla que habían soñado en la seguridad de una pequeña habitación es intercambiada por aventuras, noviazgos, matrimonios, pérdidas, hijos, nuevos trabajos, viajes y crisis existenciales. Aunque crecer ha complicado las cosas entre ellos, el cariño y el perdón siguen intactos; lo que podría llevarlos a encontrar sus caminos y tal vez unir sus vidas de nuevo.

Simplemente, eternos desencuentros

Aunque me encantan las actuaciones (y la química) entre Lily Collins y Sam Claflin, “Tal vez es para siempre” es una película que no disfruto ver a menudo debido a que de verdad sufro durante toda la historia. Me duele ver sus caras cuando uno de ellos está preparado para abrir su corazón al otro y sucede algo que detiene esa posible felicidad y lo manda todo al limbo emocional.

Con ello no quiero disuadirlos de ver el filme, es realmente buena la trama, pero tiendo a involucrarme emocionalmente con las historias y siento que es como si me pasara lo que le sucede a la pobre de Rosie Dunne. La chica parece que sacó el peor boleto de “¿qué puede salir mal en mi vida?” y, aunque algunas situaciones son cómicas, sientes pena por ella la mayoría del tiempo.

Por otro lado, algo que llegué a admirar del film fue el playlist a cargo de Ralf Wengenmayr. Cada pieza musical me pareció perfectamente seleccionada para ilustrar las emociones de los protagonistas o las situaciones que vivían en sus vidas cotidianas. Cómo olvidar, por ejemplo, la canción de “F*ck you” de la cantante Lilly Allen cuando Rosie descubre el engaño de su esposo y la venganza que ésta lleva a cabo junto a su mejor amiga Ruby (interpretada por Jaime Winstone).

Y hablando de Ruby, hay que aplaudir las actuaciones que los personajes secundarios brindaron en el desenlace de la historia. No sólo fueron un respiro emocional de la montaña rusa que es la trama, sino que son precisamente el apoyo necesario para que los protagonistas reflexionen sobre sus decisiones y acciones, evolucionen y tengan un poco de sentido común para hacer las cosas.

Estéticamente hablando, la película cuidó bastante la apariencia de sus protagonistas con cambios de ropa y estilos de cabello para llevarnos por las diferentes etapas y edades en sus vidas. Eso sí, lo que aún no puedo tolerar es el horroroso peinado que le pusieron a Rosie (Lily no merecía eso) al final del filme cuando ya es una “mujer adulta” y va a la boda de Alex dando su emotivo discurso.

Sin dar muchos spoilers al respecto (o al menos eso creo), el final es predeciblemente feliz para deleite del público, aunque se sienta un poco forzado para la trama (como si se hubieran cansado de qué más aventarles para hacerlos sufrir). Como dije al principio, no es un filme que quiera ver a menudo, pero siendo que participan dos de mis actores favoritos (Sam y Lily) …pues puedo darme un tiempo para disfrutarla. ¿Por qué no?

Daphne 707

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