RESEÑA: Entrevista con el vampiro (1994), ¿qué harías con la eternidad?

Uno de los aspectos más populares de los vampiros en la literatura (y el cine) es el concepto de eternidad. Imaginar que el tiempo se detiene y vivir para siempre puede emocionar al principio, pero ¿realmente es algo que podríamos manejar por siglos?

Me gustaría contarte la historia de mi vida…

Con una idea diferente a lo que deberían ser los vampiros como Drácula, la escritora estadounidense Anne Rice escribió la obra de “Entrevista con el vampiro” en 1973. Sin embargo, fue publicada oficialmente hasta 1976 por el sello editorial Alfred A. Knopf (perteneciente al grupo Random House) debido a que la trama trataba temas un poco controversiales como el ateísmo y la sexualidad.

La novela comienza con una entrevista nocturna entre una especie de reportero y un ser misterioso que asegura ser un verdadero vampiro llamado Louis de Pointe du Lac y está dispuesto (casi ansioso, yo diría) a contar la increíble y lúgubre historia de cómo se convirtió de humano a una criatura de la noche.

Su relato inicia en el año 1791, cuando su familia decide dejar Francia para establecerse como terratenientes en Luisiana, cerca del río Mississippi. A pesar de las riquezas y la abundancia en su estilo de vida al sur de Estados Unidos, los Pointe du Lac se ven envueltos en la desgracia por la pérdida inesperada de un ser amado (como dice el dicho:el dinero no da la felicidad”).

Ante la creciente depresión y las presiones en su vida, Louis atrae sin querer la atención del peligroso vampiro Lestat de Lioncourt. En pocos días, éste decide transformarlo y convertirlo en su compañero; aun cuando Louis se sigue aferrando a su vida humana y a cuestionar su existencia inmortal (tipo emo eterno de 100 años).

Quizás ante el miedo de perderlo y quedarse solo en la eternidad, Lestat toma una audaz decisión que cambia definitivamente la dinámica del dúo vampírico y les permite tener un poco de paz temporal. Sin embargo, no pasa mucho tiempo cuando la tensión entre ellos explota y toman caminos separados, quizás para siempre.

Hijo de su…Lestat

En apariencia, la autora Anne Rice nos pone dos personajes principales opuestos: Louis y Lestat. El primero es un vampiro sensible que se cuestiona constantemente los motivos que tiene para vivir una existencia maldita y si vale la pena el vacío constante que siente ante la pérdida de su humanidad (señores, este podría ser el abuelo del depresivo Edward Cullen).

Por otro lado, tenemos a Lestat, un vampiro en apariencia apático al sufrimiento de su creación y de todo ser que le rodea; que disfruta de los juegos crueles con sus víctimas humanas y posee habilidades y profundos conocimientos sobre la raza de las criaturas de la noche (los cuales pocas veces comparte sin agregar sarcasmos).

Lo grandioso de la novela es que, de los sucesos que ocurren dentro de Estados Unidos, saltamos hacia otras partes en Europa para explorar los orígenes y la búsqueda de otros vampiros; en un intento desesperado por saber qué hay más allá de disfrutar los placeres, bellezas y riquezas que ofrece la vida (aunque sirvan para pasar el rato y tener una existencia cómoda).

“Entrevista con el vampiro” también nos enriquece con la introducción de otros personajes como Claudia, Santiago, Armand o Madeleine, por mencionar algunos. Los cuales parecen estar atrapados en sus propios miedos, inseguridades, imperfecciones y motivaciones egoístas; provocando un mayor caos en un mundo ya de por sí caótico, donde el tiempo ha perdido todo significado.

Lestat y Claudia interpretados por Tom Cruise y Kirsten Dunst (1994)

Esta obra de Anne Rice no solo se centra en la inmortalidad, sino también en lo que significa vivir para siempre, los peligros en los juegos de poder, el cuestionamiento a una religión opresiva, el ateísmo y la exploración de una sexualidad prohibida y atrayente (no para todos los gustos, me temo).

Sin embargo, si le das una oportunidad, creo que te parecerá una lectura muy interesante e inteligente. De esas novelas que te permiten reflexionar y saborear un poco las contradicciones de la vida junto con los personajes; además de elegir qué filosofía vampírica es la que te agrada.

Te voy a dar la oportunidad que nunca tuve

Luego del éxito cinematográfico de “Drácula” (1992) dirigida por Francis Ford Coppola, los estudios de Warner Bros se animaron desempolvar el manuscrito que le habían comprado a Anne Rice (hace 18 años atrás) e iniciar la producción de “Entrevista con el vampiro” inmediatamente.

El proyecto quedó a cargo del director Neil Jordan y contó no sólo con el monumental presupuesto de 50 millones de dólares, sino también la asesoría de la mismísima autora de la novela. La película se estrenó en los cines de Estados Unidos en noviembre de 1994 y causó un gran furor (¡recolectó más de 223 millones de dólares en taquilla!).

De manera suave y casi hipnótica comienza el filme en una lúgubre habitación en San Francisco, en donde el taciturno vampiro Louis (interpretado por Brad Pitt) va relatando la historia de su origen como ser de la noche a un joven y escéptico reportero (Christian Slater).

Louis explica cómo su creador Lestat (Tom Cruise) llegó a transformar su vida, usándolo como compañero inmortal por varios años hasta que incorporaron a una tercera vampira llamada Claudia (con la excelente actuación de la pequeña Kirsten Dunst). Decisión que más tarde traería fatídicas consecuencias.

El trío vampírico parecía en ocasiones armónico y en otros mercurial (como todas las familias). La personalidad cruel, sarcástica y condescendiente de Lestat hacia sus neófitos, más el casi nulo conocimiento que compartía sobre sus leyes e inicios en la Tierra, provoca un quiebre mortal para este pequeño clan y la partida de Louis y Claudia hacia Europa.

Pronto este curioso dúo conoce a nuevos vampiros como Armand (Antonio Banderas) y Santiago (Stephen Rea), quienes les enseñan lo poco que saben sobre su raza y los peligros que les acecha al haberse alejado de su creador. Además, logran comprender la realidad de lo que es vivir para siempre y las consecuencias que deben cargar por toda su eternidad.

El mal es un punto de vista

Esta versión fílmica de la obra de Anne Rice nos enseña de una forma cautivadora que no todo es lo que parece ser. Existe más de una versión de los hechos y si nos vamos sólo con una perspectiva, podríamos perdernos de gran información vital que nos ofrecería todo un panorama por demás complejo.  

Acostumbrados a los villanos simples, muchas veces no nos damos cuenta de que el mal toma más de una forma y que todos somos lejos de ser inocentes. La historia que nos cuenta Louis (siempre odiando su existencia como vampiro), es por demás imperfecta puesto que está cargada de prejuicios y rencores contra Lestat. Creo que, en ese aspecto, tanto Brad Pitt como Tom Cruise hicieron una dinámica increíble que le hizo justicia a la novela original.

“Entrevista con el vampiro” no habría sido un éxito taquillero de no ser por la combinación de las elaboradas escenografías (realizadas por Francesca Lo Schiavo), el exquisito vestuario gótico elegante y sensual (a cargo de la diseñadora inglesa Sandy Powell) y la musicalización tenebrosa y fascinante desarrollada por Elliot Goldenthal.

Como público, nos vemos transportados completamente a las épocas en donde se desarrolla la historia y nos cautiva todo lo que acontece. Pero tal vez, la escena más icónica de todas, es el final en donde se nos hace dudar si lo que contó aquel hombre llamado Louis de Pointe du Lac en realidad sucedió.

Si quieres sumergirte en el espíritu de noviembre, date la oportunidad de ser seducid@ por el relato de un hombre a quien se le dio la oportunidad de caminar entre las sombras y nos compartió una parte de su inmortal vida.

Daphne 707

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